Formula Objetivos Exitosos para este 2019

Planificación de metas reales y profesionales ante un nuevo año

¿Te pasó el hecho de llegar a diciembre y darte cuenta de repente, que se fue el año y con él todo lo que te habías propuesto, allá por enero?

Hacer una buena planificación de los propósitos de año nuevo puede multiplicar radicalmente los resultados que obtendrás en los meses siguientes. Pero no siempre lo hacemos. O no siempre cumplimos los objetivos. El fallo se centraliza en que muchas personas hacen una lista rápida por “cumplir y salir del paso”. Lastimosamente, como profesionales, esa rapidez sin sentido no nos beneficia.

Un nuevo año suele verse como un mes para renovar energías, como una nueva posibilidad de generar metas que nos hagan crecer de manera personal, laboral y hasta espiritual.

No necesitás leer cientos de artículos o de ver decenas de videos con consejos. Tampoco tenés que ser un máster en organización personal para aprender cómo planificar tu año. Basta con que te sentés unos minutos y empecés a analizar los siguientes aspectos:

#1. Revisión General:

Con una buena revisión te aseguras de que tus objetivos año a año sean naturales y no te resulten extraños o inalcanzables.

¿Qué hiciste durante este año? ¿Qué lograste? ¿Aprovechaste adecuadamente las oportunidades? ¿Qué faltó por hacer y cuál fue la razón por la que no se hizo? Y la pregunta más importante: ¿Estás 100% FELIZ de tu rendimiento personal/profesional durante este 2018?

Es aconsejable hacer esta revisión de manera individual, no tenés porque comentarla con nadie. Basta con que vos mismo podás reconocer tus éxitos y tus errores, no para “achacarlos”, sino para aprender de ellos.

#2. Nueva Planificación:

Plantearse un objetivo no es lo único que debemos hacer cuando planificamos. Se trata de DEFINIR metas claras y la mejor manera de alcanzarlas.  A la hora de decir “alcanzarlas”, buscamos que sea en tiempos reales, es decir, tiempos adecuados a tus actividades naturales.

Un ejemplo sencillo y frecuente: “Bajar de peso”. La gente trabaja en este propósito los primeros 8 días con ideas como “comer menos”, “salir a caminar”, pero… aquí viene el fallo. Los primeros 8 días del año, probablemente estuviste de vacaciones, entonces tu tiempo rendía para todo. ¿Qué pasará cuando ingreses a tu parte laboral y profesional? ¡Lógico! Ya no quedará tiempo para “eso”.

¿Cuál fue el problema en el ejemplo anterior? Planificar una meta de forma irrealista. Sonaba sencillo al inicio, pero se queda botada en el camino, y en realidad, buscamos metas que puedan cumplirse en la mayoría del año. Por ello, pasamos al paso #3.

#3. Mantenimiento de metas:

Si te enfocas en desarrollar sistemas que te ayuden a avanzar hacia tus objetivos, no tendrás que confiar en tu fuerza de voluntad o en tener suerte de recordar lo que quieres.

Un buen mantenimiento de metas se basa en priorizar objetivos como parte de tu rutina personal diaria o semanal.

Nuevamente, el ejemplo del peso. Si la idea es bajar de peso, entonces programa en tu agenda semanal, salir a caminar unas tres o cuatro veces. “Agenda” esa tarea con la misma importancia que si fuera una reunión laboral. Guarda el espacio. Es un pequeño sacrificio que te llenará de satisfacción y positivismo personal.

De igual forma, hazlo así con otros objetivos: estudiar, compartir más tiempo en familia, emprender, visitar a tus amigos, etc.

Más vale un objetivo simple/pequeño alcanzado poco a poco, que decenas de objetivos enormes que no tienen un camino claro y que pasan a tu lista de pendientes y en diciembre son la fuente principal de tu frustración.

Dedicá unos minutos a generar este proceso de tres pasos. Recordá que sólo usarás el 1% del tiempo de todo tu año para planificar, y así lograrás generar grandes resultados el 99% restante.

¡Vas a sorprenderte del cambio! ¡Éxitos para el próximo 2019!

 

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